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Mostrando las entradas de 2009

MOSCAS

Cuando pienso en la forma de la muerte, Comprendo que de algún modo yo también estoy muerto, Entonces una mosca se posa en mi cabeza o en alguna parte de mi habitación, Y el silencio que precede a ello es la ventana cerrada por donde trato de escapar. A veces paso largo tiempo observando a las moscas, Vuelan bajo, Rápido, Huyen de sí mismas y van hacia ellas mismas, Entonces pienso que también de alguna manera mis amigos están muertos, Que ellos y yo somos moscas, Huyendo siempre de nuestros mortales enemigos, Vomitándolo todo por doquier, Protegiendo, devorando y anidando en nuestros muertos, Cayendo deliberadamente en las trampas más dulces, Sólo para dejar nuestros excrementos y darnos a la fuga. Cuando observo a las moscas, Pienso en los hombres solitarios que se encuentran en habitaciones solitarias bebiendo un tinto barato, Abandonados por sus mujeres, Despedidos, Agotados por el tiempo, Viajando a través de su mente, Escuchando la música de sus estómagos hambrientos, También ell...

CANCERBERO

Mi corazón tiene el amor enfermo, Y éste ladra rabioso y asola parasitariamente por las calles como un perro infectado, Recorriendo las cuestas consumidas del yo quebrado, abriendo pechos con sus garras, rebalsándose en sangre. El amor es un perro de tres cabezas, Es la muerte besando la mano de Cristo, Es la crin de los caballos apocalípticos, Es el viento de las guerras que barre la tierra. Arrastro un amor de dos cabezas, Como una tempestad que se quiebra en las rocas del océano, Como un viento caliente que quema mis pulmones, Como una serpiente vertebral. Tengo el amor enfermo, Lo guardo bajo las sombras de mis sueños, Bajo el monte, Recluido en las hierbas estériles del tiempo, Transpirando el infierno acordonado de las aceras, Esperando en las cuevas tenebrosas del mundo, Junto a los demonios del pozo, Completamente desolado.

ΠΕΡΣΕΦΌΝΗ

Su cuerpo es como el bosque incendiado, como un amanecer nórdico, su rostro es una tensa calma de alcohol y valium, Sus heridas ya no cierran y como en otras tantas ocasiones huye con el viento fuerte de la noche. Perséfone se refugia en el humo intenso de la poesía, Noche tras noche, Perdida entre tantos bares, Y aún vulnerable, construye su cuerpo abatido, Sus labios con sangre, hay aún tanto en sus ojos. Sus manos tienen garras felinas, Sus labios están atravesados por astillas, Su cuerpo reposa como el viento de la cordillera, Conoce lo irreparable de la ausencia, Pero aún así, no teme abandonar. Perséfone no sueña, Ella canta sobre la muerte, Sobre la vida escrita en sus piernas, Sobre su vientre que a modo de Gólgota sujeta su cruz de misericordia. Y ya no vuelve con la primavera, Porque sus días son otoños, Su poesía invierno, Su vida una marea cantábrica, Lejana y cósmica. Perséfone, la musa del sueño poético estéril, Irreparablemente se levanta de sus ruinas, vuelve camino a ...

DEMASIADO TARDE

Mientras bebo un poco más, algunos perros ladran endemoniados a las sombras esquivas de la noche, la radio suena lenta y rigurosa por el blues, y algo parecido a la muerte susurra en mi nuca. Entonces mi vaso y yo continuamos en esta hermosa vorágine, Que no importa demasiado. Día a día sigo el paso en una actuación mortal por la ciudad de los muros. Y mientras soy aplastado en los buses, Pienso en el extremo del mundo, En el humo de las fábricas, En las mujeres, En las bombas atómicas, En los bares, En mis hermanos, En las mesas vacías. La ciudad se va construyendo sobre un enorme cementerio de almas, Nacen nuevas odas al concreto, Autos y muertos se encaminan, Uno detrás de otro, Como una enorme fila de hormigas que atraviesan el cuerpo de un animal muerto, Devorando pedazos de carne en su éxodo, Mutilando al cadáver. Entonces mi vaso y yo continuamos extinguiéndonos de alguna forma, Y el mundo me considera más horrendo, Más infiel, Pobre de espíritu, Enfermo, loco, infectado, cadáve...

LAS ARAÑAS DE MI MUERTE

Siento como sus mandíbulas cortan mis entrañas en una sinfonía esquelético muscular, Se internan en mis órganos y se alimentan de existencia, Sus hebras rodean ferozmente mi cerebro, Y así me conduzco a mitad de la noche en una extensa soledad boreal. Las arañas usan metáforas de viento, Escucho sus susurros, Sus crímenes y sus amores de viudas negras. Puedo sentir sus venenos entre mis venas, Sus cuerpos henchidos por flemas rojas, Que protegen un amor secretamente fusilado. Las he oído cantar con el corazón triturado y triste, En noches inacabables de cerveza y blues, Reposan al borde de mi cama, En mi cráneo, Sobre mi boca, Hundiéndose lentamente en la marea del sueño ebrio de Dios. Las arañas pronto abandonarán mi cuerpo, penetrando a través de mis ojos, Otras atravesarán mis heridas, Cortando las carnes con sus mandíbulas de acero, Brotarán desde mis costillas como mujeres salvajes que abandonan el paraíso, Luego de haber comido todas las manzanas de Dios. Las arañas de mi muerte ...

DESCENSO AL MAELSTROM

Mi voluntad se quiebra como una semilla entre mis dedos, Una luna roja se posa en el fondo del océano y con ella voy cayendo silencioso, La extraña bruma de tus palabras al viento, Y la melancolía de una canción atiborrada de sueños extraños, Sujeto el corazón del mundo con unas manos que ha sido derrotadas cada mañana por el vértice de mis palabras extraviadas, Allí donde los barcos de la poesía se hunden, Y me resulta tan extraño decirte que podría morir en cualquier momento con el sólo hecho de pensar en la posibilidad sensual de una mañana de gloriosa poesía, Me resulta sin embargo, tan inverosímil el mero hecho de la divinidad que vivo oculto con algunas botellas de buen tinto. Aquí de este lado del sueño intento conducirme directo al abismo helicoidal de nuestras voces que se sujetan de una lluvia peligrosa que intento retener entre mis ojos, Como formas dibujadas en acero, Y tu cuerpo es una parte del mundo ensangrentado, Y también desciendo contigo al Maelstrom, A hundirnos en ...

Vera de la Haza, con César Ávalos.

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Lima, febrero del 2009. 1. ¿Qué materia poetizable te puede brindar Lima y sus noches? Lima es la jungla gris decadente por excelencia. No creo que exista una ciudad en el mundo que tenga la intensidad de sus noches. Lima es en todo el sentido de la palabra la ciudad, la calle, la esquina, la vereda que uno “ama odiar”. En Lima se sucede el universo interestelar. En Lima se pueden encontrar paraísos en venta. 2. ¿Cuánta de la crudeza de Bukowski inspira a tu poesía? Quien se ha metido de cabeza en la poesía de Bukowski te puede dar fe que en sus líneas existe una ternura aplastadoramente brutal. Su poesía me ha influencia por cuanto he comprendido que el hombre siempre pelea a la contra. El hombre se sobrevive. 3. Hay cierta antipatía al ente femenino pero que al parecer, al fin, se vuelve en contra tuya, o mejor dicho de tu actitud o vida como poeta que hay de cierto en esto? La mujer es en esencia el enemigo natural del hombre, es su contraposición. La mujer acecha al poeta desde lo...