domingo, diciembre 12, 2010

VALKIRIAS

Nada queda aún.
Quiero mis botellas de wisky y mis demonios en el cielo,
Quiero a la criatura salvaje que me muerde el cuello y la visión absoluta de los miserables días.

Nada queda aún.
El olor de los libros me conquista sin haberme rendido,
Quiero caminar suelto de vicios por las calles con mi cerveza, mis demencias y con los clítoris de mis falsas vírgenes todopoderosas, para luego destruirlas con mi espada de creta.

Quiero masticarle la lengua a Helena de Troya y conectarme con la lujuria de todas sus guerras y quiero a Pasifae entre mis bombas.

¿Y sabes?
Aún lamento tus pérdidas en mi boca,
incluso en mis días perfectos,
Cuando la resaca me levanta a patadas.

Nada queda aún.
Mas en mis días de libertad nos escondemos de los demonios de la vergüenza,
de los tormentos,
intentando que el amor sólo sea.

Nada queda aún.
Sin embargo, tus pequeños ojos de vida me llenan el alma de tristeza y pánico,
y soy feliz recordando tus olvidos,
mi sonrisa de Dios derrotado,
encadenado en tus subconscientes,
en las melodías de las Valkirias,
en los sonidos corrosivos,
en las tumbas infinitas.

Aún nada y todavía continúo contigo criatura sensible,
Me aferro a tu vida y luego adiós,
todo comienza de nuevo,
Las botellas,
Las noches,
Los fantasmas.

domingo, mayo 23, 2010

COSETTE

Cosette funde sus manos en hierro,
Sus pies son arena y navega en silencio por océanos tristes,
Su vista es calma,
Fría como un viento fuerte,
En sus ojos se atardece la soledad,
Balancea su cuerpo ebria de silencio.

Cosette incorporea,
Su cuerpo destruido ahora es imaginación,
Únicamente existe cuando la luna se adormece en el aullido de los amantes.

Amarla es morir dos veces,
Su corazón es óxido.

Sus lágrimas una lluvia fuerte que atraviesa cráneos.

Cosette dadora de poesía oscura,
Se descompone en literatura ebria de amaneceres,
Y así el levante del atardecer la arrincona como una hembra herida.

Busca la noche.

Cosette vuelve al paso de los extraviados,
Ahora sus ojos están tristes,
Su rostro se desgarra,
Amó la poesía de un hombre,
no siente miedo,
Las heridas del amor aún pueden verse en su piel.

domingo, abril 18, 2010

HASTA TU MUERTE

Un noche cuando se concluía la 30ª cerveza,
sacó un revolver de su saco y saludo a todo el público asistente:

Bueno señores, ha sido un placer pero esto no da más.

Pronto una bala atravesó su cráneo y parte de su cerebro cayó en mi vaso,
Una muchacha cayó desmayada detrás de su silla,
Un hombre encendió un porro,
Una vieja salió por la ventana.

El disparó atravesó la pared y continuó con dirección norte,
Se condujo rápidamente avenida abajo encendiendo a la noche,
No se detuvo ante semáforos,
No tocó la bocina al cruzar la intercepción,
No se despidió de nosotros.

Pude ver como la luz final de sus ojos penetraba en nuestras almas.
Su rostro todavía sonreía.

Finalmente la bala se detuvo y él cayó de cara contra la mesa.