Cosette funde sus manos en hierro,
Sus pies son arena y navega en silencio por océanos tristes,
Su vista es calma,
Fría como un viento fuerte,
En sus ojos se atardece la soledad,
Balancea su cuerpo ebria de silencio.
Cosette incorporea,
Su cuerpo destruido ahora es imaginación,
Únicamente existe cuando la luna se adormece en el aullido de los amantes.
Amarla es morir dos veces,
Su corazón es óxido.
Sus lágrimas una lluvia fuerte que atraviesa cráneos.
Cosette dadora de poesía oscura,
Se descompone en literatura ebria de amaneceres,
Y así el levante del atardecer la arrincona como una hembra herida.
Busca la noche.
Cosette vuelve al paso de los extraviados,
Ahora sus ojos están tristes,
Su rostro se desgarra,
Amó la poesía de un hombre,
no siente miedo,
Las heridas del amor aún pueden verse en su piel.
AL ACER LA TARDE
Hace 16 años.
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