domingo, diciembre 18, 2011

Antología poética 2000-2010: RITO VERBAL


Elefante Editores, auspiciado por Perú Mac S.A.C y Vagón Azul Editores, publicó el libro “RITO VERBAL. Muestra de poesía peruana 2000 – 2010”, trabajo realizado por el poeta peruano Raúl Heraud Alcázar. La presentación se realizaró el viernes 16 de diciembre en las instalaciones de la Casa de la Literatura Peruana. Los comentarios estuvieron a cargo de Hildebrando Pérez Grande, Miguel Ildefonso y César Pineda Quilca.

Los poetas que aparecen en esta antología son: Indira Anampa, Paolo Astorga, Josué Barrón, Eduardo Borjas, Andrea Cabel, Claudia Cáceres, Arianna Castañeda, Denis Castañeda, Cromwell Castillo, Jean Marie Cook, José Córdova, David Del Águila, Dalia Espino, Ana María Falconí, Renato Felices, Rafael García Godos, William Gonzales, Paul Guillén, Raúl Heraud, Giancarlo Huapaya, David Jiménez, José Jiménez, Michael Jiménez, Diego Lazarte, Enrique León, John López , Giuliana Llamoja, Vanessa Martínez, María Miranda, Joe Montesinos, Wilver Moreno, Karina Moscoso, César Panduro, Melissa Patiño, César Pineda, Víctor Ruiz, Oscar Saldívar, Adrián Terán, Karina Valcárcel, Denisse Vega, Miguel Ángel Vera y Martín Zúñiga.

martes, diciembre 13, 2011

PUTREFACCIÓN

Los insectos atraviesan mi puerta como batallones suicidas,
Levantan mi cadáver y lo llevan a su guarida para devorarme.

Mi cráneo aun sujeto a mis hombros,
Roza el cemento y va dejando pedazos de carne a su paso.

Ya no llevo más un corazón en mi cuerpo,
tan solo es un agujero infectado de gusanos.

Y me pudro en el calor del día
Mientras las madres sujetan a sus hijos contra sus pechos calientes.

Mis hermanos nunca más volvieron a ser los mismos.

Mi alma es carcomida por los insectos,
Y siento soledad.

Mis ojos se descuelgan de sus órbitas y me voy hundiendo muy hasta abajo.

Mutilado ya,
percibo la caída del sol,
Estoy lejos de mi casa,
Tal parece que estoy perdido.



jueves, agosto 11, 2011

COMO UNA ROCA

Estoy sentado al borde de mi cama esperando a la muerte,
Con los ojos ciegos,
Agotado,
Duro como una roca.

El vino se acaba,
Los insectos penetran mis ventanas buscando alguna luz,
Un ángel ebrio camina por las calles con una hermosa prostituta reptil,
Los dos parecen amarse secretamente,
Y en sus ojos hay sueños de blues.

Un demonio de dos cabezas recorre la noche en su caballo de fuego,
Su crin se sacude con los vientos orientales,
Y mientras la noche toma forma de hembra
yo espero a la muerte duro como una roca,
Pensando en que nada me moverá un centímetro.

Todo parece ceder al tiempo,
Pero los fantasmas no lo entienden,
Y se conmueven,
Corren a través de las paredes,
Se desesperan,
Sus rostros de ojos plomos emergen detrás de los espejo
Son viejos alucinados en su propia muerte.

Pero yo no me conmuevo,
Y observo las sinfonías descompuestas del amor,
Mientras los amantes se asesinan confusamente,
Y van cayendo uno tras otro,
Y aquí me encontrarás atardecido,
Arrinconado,
Invariable,
Duro como una roca.


sábado, mayo 28, 2011

CRURIFRAGIUM

Estos días son más fríos,
Cansados y tristes.

Pienso detenidamente,
En estos pasos ansiosos
Hacia ningún lado,
Como un secuestrado del tiempo,
Encerrado en sí mismo,
Caminando hacia las esquinas de su claustro,
Coloreando con ron y fuego
Las mañanas de resaca.

Y sucede que en estos días
Que recurro a la locura,
Los dioses son más suicidas, más tristes y solitarios
Que de costumbre.

Y los sueños de mis hermanos se pierden,
O son aplastados como perros,
Y LO QUE HIERE es aún más doloroso.

Pero aún estamos,
Y el juego se plantea,
Y es jugado.

Hermano, he visto tu imagen derrumbarse en los bares,
Y persistiendo en el hermoso error,
Me sentaré a tu lado
A beber de la angustia suicida,
Amaneciendo en el mismo sueño,
Para ver a través de tu retina los fuegos de este infierno que se apagan,
Porque estos días son más fríos,
Cansados y tristes.

Porque quizá he perdido éso,
Y tal vez no soy el mismo,
Sin embargo,
También me derrumbo a solas,
Con mi orgullo de papel,
Con mis ojos tristes.

Estos días, como otros tantos,
Son más fríos, solitarios y tristes,
La muerte está cambiando los focos de mi habitación,
Puede verse desde fuera.

domingo, febrero 27, 2011

MEDEA

Tengo los ojos obscurecidos con la sombra de tu ausencia,
Una guadaña se erige sobre el Gólgota de mis años,
Contenida por fuerzas naturales.

Me conduzco ciego entre mis propias ruinas de poeta,
Y soy yo quien te busca para degollarte con el filo de la poesía.

Extraña Medea,
Ya no puedes ver a través del cielo,
Porque tus ojos son cavidades negras sin fondo.

Atada a tus pesadillas de niña puta.
Aún hoy continúas huyendo sobre tus piernas de fuego.

Y me regocijo en la arrogancia de la noche,
Oh Medea, escapar es alargar el final predecible.

Vuelve ahora y atardece de dolor mis manos de asesino,
Inunda de sangre tus ojos huecos de angustia,
Sé cínica y miente complaciente,
Bebe de este vino añejado en tu ausencia,
Engáñanos a todos.

Sé la muerte que cobijará el sueño del poeta embriagado,
Sé la musa cruel,
Vino, alucinación, derrumbe y suicidio,
Sé porqué no, una amante miserable,
Calada de olor a burdel.

Medea la cínica,
Sentada en alguna parte,
Riendo y fingiendo ser quien no eres (ni serás),
Pues tu alevosía te condena,
Y al igual que un amor que agoniza,
Te seguirá a todas partes.

lunes, enero 17, 2011

NIGHTMARE

Esperar a la muerte puede ser completamente apacible
Charles Bukowski


Un vomito negro se precipita tempestuosamente a través de mi estómago,
Revienta dentro de mí,
Entonces poso mi espalda sobre los adoquines calientes y sorbo con violencia
Ese último trago que me ve morir.

El sol cae fuertemente,
Mis huesos son hojas muertas en el vacío de la tarde.

¿Nos volveremos a buscar para matarnos?
¿Acaso podría beber ansiosamente de tu veneno?

La noche se recobra en mis ojos,
Pienso en este amor violento,
Que se abre a la vida como un cráneo oscuro y repleto de pesadillas.

El amor va muriendo por las calles,
Ahora es un perro enfermo y famélico,
Un espíritu consumido por los vicios,
Un poema escrito sobre trozos de papel envejecidos.

El amor continúa muriendo sobre las mesas de los bares,
Incendiándose lentamente,
Quemando mis ojos,
Vomitando en cantinas miserables,
Y gravitando retorcidamente en el cuerpo de los amantes.

Vuelvo a mi oscuridad,
Con mis botellas repletas de muerte,
Encendiendo a la noche que me envuelve como una serpiente relampagueante,
Puedo ver a la muerte trepando mis paredes como una madre selva oscura y venosa,
Los cuervos de la noche de Baltimore revolotean sobre mi cadáver,
Se incrustan en mis ojos en un intento por devorar mi cerebro,
Mi sangre se espesa y se convierte en vapor triste,
No queda nada en mí.

domingo, enero 02, 2011

NOSOTROS LOS SUICIDAS

El suicidio mi amiga es una espera maldita.
Enrique Verástegui
A mis hermanos

Nosotros los suicidas bebemos en silencio mientras los agujeros del tiempo se desvanecen.

Nos reunimos con otros suicidas y hablamos de nuestros planes de suicidio,
Bajo extrañas consignas y planes que no entendemos.

Nosotros los suicidas sujetamos el cráneo de Dios,
Mientras las hijas de Lucifer incendian nuestras casas.

Contemplamos intensamente el silencio,
Y caminamos ciegos por parques habitados por fantasmas,
Dibujando las distancias en nuestras mentes.

Nosotros los suicidas nos sentamos al borde de nuestras camas,
En habitaciones oscuras,
Con nuestros pulmones destilando plomo y calor.
Sujetándonos informes en esperanzas vacuas,
Olvidados,
Observando el universo como insectos mutilados,
Descomponiéndonos en el tiempo.

Nosotros los suicidas contemplamos a las arañas mientras éstas tejen los hilos que sujetan a las calaveras de la muerte,
Mientras las melodías de la noche bajan lentamente por nuestras nucas.

Nosotros los suicidas reímos a mitad de la noche,
Mientras nuestras mujeres escapan con sus amantes.

Entonces llega esa extraña señal a nuestros cerebros,
El sonido del alfiler en medio de la habitación oscura,
Sólo entonces sabemos que ha llegado el momento,
No habrá marcha atrás.