TODO PODRÍA DERRUMBARSE

No recuerdo cuantas veces he tenido que volver a casa luego de haber soportado tanta mierda, me siento con una cerveza a mirar a mis peces, esperando que ellos tengan las respuestas. Pienso en que tenemos mucho en común, se dirigen por todos lados, como si la ausencia los persiguiera. Bebo un sorbo de cerveza, siento que las cosas son un poco más claras para mí, tal vez esto mejore pienso, y aunque mis peces van por todos lados no parecen encontrar las respuestas. Mi cerveza está calentándose, mis dientes y mi lengua amargan. Es como si la sangre de mis encías se macerara toda allí. Pienso en las cosas buenas que he perdido, dos o tres libros que nunca regresaron, tal vez algún buen trago que se quedó a medias en casa de alguien, en las buenas conversaciones, en los amaneceres en el colchón, en el conteo secreto de las monedas detrás de los arbustos, nada importante al fin. Quisiera comer un guiso de carne con papas y cerrar los ojos cuando digiera la comida, eso lo solucionaría ...