Esperar a la muerte puede ser completamente apacible
Charles Bukowski
Un vomito negro se precipita tempestuosamente a través de mi estómago,
Revienta dentro de mí,
Entonces poso mi espalda sobre los adoquines calientes y sorbo con violencia
Ese último trago que me ve morir.
El sol cae fuertemente,
Mis huesos son hojas muertas en el vacío de la tarde.
¿Nos volveremos a buscar para matarnos?
¿Acaso podría beber ansiosamente de tu veneno?
La noche se recobra en mis ojos,
Pienso en este amor violento,
Que se abre a la vida como un cráneo oscuro y repleto de pesadillas.
El amor va muriendo por las calles,
Ahora es un perro enfermo y famélico,
Un espíritu consumido por los vicios,
Un poema escrito sobre trozos de papel envejecidos.
El amor continúa muriendo sobre las mesas de los bares,
Incendiándose lentamente,
Quemando mis ojos,
Vomitando en cantinas miserables,
Y gravitando retorcidamente en el cuerpo de los amantes.
Vuelvo a mi oscuridad,
Con mis botellas repletas de muerte,
Encendiendo a la noche que me envuelve como una serpiente relampagueante,
Puedo ver a la muerte trepando mis paredes como una madre selva oscura y venosa,
Los cuervos de la noche de Baltimore revolotean sobre mi cadáver,
Se incrustan en mis ojos en un intento por devorar mi cerebro,
Mi sangre se espesa y se convierte en vapor triste,
No queda nada en mí.